POR GASPAR HERNANDEZ CAAMAÑO
SOY UNA SOLA LAGRIMA
No lloro
Y
Menos delante de nadie.
No me gusta me vean
Llorar.
Ni de alegrías
Ni de dolores.
Ni por triunfos
Ni por derrotas.
Voy viviendo
De sonrisas.
Esas las reparto
A carcajadas muchas veces
Y otras sin mas
encantado.
¿Pero mis lagrimas?
Esas son mías,
Solo mías.
Mis ojos no las reparten
Como pan de esquinas.
Solo brotan cuando llamo,
Para que laven
Mis heridas,
Mis soledades
Y mis alegrias.
Las doy sin mucho dolor.
Casi siempre cuando
Escribo
De mis queridos
Ausentes:
Maria Isabel, mi
Inolvidable abuela,
Gaspar Emilio, el
Albañil que construyo
Mi vida
Y
Maria Caamaño,
MI MADRE ETERNA,
La mujer por la que
SOY UNA SOLA LAGRIMA.