MEJOR HABLAR DE AMOR

POR GASPAR HERNANDEZ CAAMAÑO

EL AMOR EN UN REY

En la foto El Rey porta en la mano derecha, un bastón lujoso, pero sobre el brazo derecho luce, con genuina elegancia masculina, la esbeltez de una dama japonesa. Ambos están sonrientes. El uno feliz del otro. Atrás unos conspicuos invitados le dan la solemnidad a la escena que la prensa internacional, en sus páginas sociales, ha registrado, como una obligación del oficio, bajo el título: El nuevo matrimonio de Pelé.

Es la foto de una boda, exclusiva, el tercer enlace conyugal, muy formal, del Rey Mundial del Fútbol, Edson Arantes do Nascimento, inmortalmente conocido como PELE., todo un Rey y lo curioso es que el novio, goloso de las bodas, exhibe orgulloso tanto sus 75 años de edad como a la novia nipona, cincuentona ella, pero dichosa como una quinceañera. Tremenda boda, singular escena. El Rey con un bastón, producto de tanta patada recibida en el balompié, pero con una joven esposa para mitigar las noches.

Muchos en la vida muy seguramente se han casado más de tres veces, pero la historia no cuenta que un Rey haya contraído, en una sola vida, tres bodas. Los Reyes se casan para siempre y lo hacen con una sola Reina. Son bodas eternas, resultado de un amor perpetúo hasta la tumba. Bueno eso es lo que exige el protocoló de las Monarquías, el gobierno de los Reyes y Reinas, pero el Rey Pelé rompió el protocoló e inauguró la historia.

Qué nos enseña esa nueva boda de Pelé?. Que el amor no es eterno o que el casarse no es señal única de amor entre los contrayentes, sino solemnización de un compromiso, además que la masculinidad es promiscua y no se pierde con los años y menos con las patadas de la vida. Y que para amar a una dama no solo hay que ser Rey, sino hacer Reina, como son todas las novias que van hermosas a su boda. Viva el amor. Vivan los novios, como dice la canción. Hay Rey Pele para rato.

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