El experto en educación Moisés Wasserman expresa sus percepciones sobre el equilibrio que debe existir entre las funciones de inspección y vigilancia estatal y la autonomía de las instituciones de educación superior, IES.
Debido a las irregularidades académicas, financieras y administrativas que el Gobierno nacional ha identificado en varias instituciones de educación superior del país, aquel facultó al Ministerio de Educación con funciones de inspección y vigilancia, que le permiten intervenir y tomar medidas con respecto a situaciones en las que ellas obvien su misión social: educar con estándares de calidad.
Ante ese panorama, Moisés Wasserman, exrector y profesor emérito de la Universidad Nacional de Colombia, dio a conocer su percepción sobre la calidad de la educación superior, su correlación con la misión de las instituciones y la incidencia de las funciones de inspección y vigilancia en el grado de autonomía universitaria.
“En estos últimos días se han descubierto irregularidades en varias IES, una de ellas muy fuerte en la Fundación Universitaria San Martín, y entiendo que hay sanciones y sospechas que recaen sobre otras instituciones minoritarias, pero espero que no sea porque estén abandonando su misión social sino porque, como en todos los ámbitos de la actividad humana, hay grupos e instituciones que son más responsables que otros”.
-¿Qué sucede con los estudiantes que ingresan a esas IES?
“La primera obligación del Ministerio, en ejercicio de las funciones de inspección y vigilancia que recién asumió, es asegurarles a los estudiantes que no van a salir perjudicados, es decir, que van a terminar sus programas con la calidad que tenía la institución cuando firmaron el contrato de matrícula inicial. Lo otro, lo financiero y las denuncias penales, es el segundo paso. Eso lo debe tener claro el Ministerio”.
-¿Es pertinente que el Ministerio pueda inspeccionar y vigilar?
“Creo que sí es pertinente e, incluso, constitucional. Ya hace muchos años que la presidencia había delegado, implícitamente, esas funciones al Ministerio, para que les respondiera a los estudiantes a través de la adopción de medidas, como la migración de una institución intervenida a otra; no digo que se tenga que hacer eso ahora, pero sí que hay vías para solucionar ese tipo de problemas por irregularidades en las IES”.
-Que ocurre si el Ministerio se excede en el ejercicios de sus funciones?
“La educación del país sería la primera perjudicada, pero la mayoría de veces esa inspección y vigilancia se excede en naciones autoritarias, como los regímenes en los cuales los programas educativos son dictados por el gobierno central y no construidos en las instituciones. Eso sí sería una vulneración, porque se les impediría a las IES que desarrollen libremente su proyecto académico y sus labores formativas”.
-Como se relacionan autnomia universitaria e inspeccion y vigilancia?
“La autonomía es una forma de reconocimiento social de las IES, que en Colombia se ha llevado al ámbito institucional, por sus actuaciones como comunidades académicas responsables y con gran capacidad de deliberación y análisis”.
“Se discute mucho sobre si se vulnera esa autonomía interviniendo a las IES, pero obviamente el Gobierno tiene el derecho de actuar, con las facultades que tiene de inspección y vigilancia, para entrar a regular equivocaciones fuertes y defender a los estudiantes”
“Esa relación hay que mantenerla, aunque es importante que el Gobierno no vulnere la capacidad de las IES de generar sus propios programas y manejar su propio proyecto educativo; eso es, realmente, la autonomía. Sin embargo, creo que lo que ha ocurrido últimamente es que esas instituciones no honran esa responsabilidad y, por tanto, son totalmente justificadas las intervenciones estatales”
El decreto
Moisés Wasserman comentó que el Decreto 2219 del 31 de octubre de 2014, que faculta al Ministerio de Educación para intervenir a la IES, “no es mucho más de lo que se deduce en el sentido común de lo que significa la función de inspección y vigilancia”.
“Yo no vi en el decreto algo que le otorgara al Ministerio facultades para intervenir los proyectos académicos propios de las universidades y sus programas, o para que interviniera en la forma en que nombran a sus profesores o admiten a sus estudiantes, por ejemplo, que son elementos fundamentales de la autonomía”, aseguró.
Y concluyó que “es un decreto muy dirigido a llevar a cabo ciertas medidas que resguarden la estabilidad financiera y que recuperen las funciones académicas de las IES”.
