C.N.A. VISITO A UNIATLANTICO PARA VERIFICAR CONDICIONES INICIALES PARA ACREDITACION INSTITUCIONAL

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POR JAIME IVAN BORRERO SAMPER

En el día de ayer 29 de Junio del 2016, la Universidad del Atlántico recibió la visita de los miembros del Consejo Nacional de Acreditación (CNA), quienes apreciaron las condiciones iniciales con miras a la acreditación Institucional.

Al culminar la visita, los consejeros hicieron varias observaciones, positivas y negativas, entre las cuales podemos mencionar que la Universidad cuenta con una magnifica infraestructura, que se ha avanzado en la cualificación docente en maestrías y doctorados, que el estudiantado está motivado por la acreditación, que tenemos egresados competentes, que existe investigación comprobable y otros logros y como negativas, los bajos rendimientos en la pruebas Saber Pro en competencias básicas como comprensión lectora e Inglés, la no homogenización en el 1279 es decir la existencia de profesores tiempos parciales y la incertidumbre existente alrededor del tema del rector en propiedad.

Estamos convencidos desde nuestra Agremiación, que la Universidad merece ser acreditada, para ello debemos pensar más en la calidad de la enseñanza que reciben nuestros estudiantes, con mejores docentes, más comprometidos con la pedagogía que por los puntos del 1279.

Sobre esa base, hay que insistir en un tema permanente, la universidad, también determinante en el largo plazo, que es la mirada más escasa que existe hoy día. Hay que tener en cuenta que las universidades, como parte del sistema educativo, tienen como «objeto de trabajo» el bien público quizá más antiguo: el conocimiento, y como «objetivo de trabajo» la misión de transmitirlo, enriquecido, a las siguientes generaciones.

 Si bien se define a la universidad como el componente superior del sistema educativo, cada vez es más evidente que la formación básica es lo fundamental en la búsqueda de seres humanos con altos niveles de ética, democracia y productividad.

Educación básica que está muy desorientada, con paradigmas que ya cumplieron su objetivo. Situación que no sólo afecta, junto con otros aspectos, la llamada «crisis institucional de la universidad», sino la misma vida de la sociedad y cuya solución es indispensable si queremos insertarnos con alguna posibilidad de éxito en la competida sociedad global que ya está aquí, así pretendamos no verla o cerrarle puertas y ventanas.

Somos coyunturales, solo deseamos mostrar los logros de unos y los desatinos u olvidos de otros y no una institución que avanza sobre un mar encrespado hacia metas diseñadas a corto, mediano y largo plazo.

Particularmente creemos que las Vicerectorias y Decanaturas de la Universidad están recargadas y cansadas, no se ve innovación ni emprendimiento, necesitamos gente joven, Pedagogos con formación académica, teórica y práctica que ejecuten nuevos procesos educativos, marcados por la influencia del conocimiento en todos los ámbitos de la vida.  Hay que pensar en el largo plazo y en las transformaciones que lleven a la sociedad humana a un estadio superior de libertad y felicidad

La educación debe hacer posible la construcción permanente de conocimiento, la ampliación de las posibilidades de desarrollo de las sociedades y el enriquecimiento constante de su capacidad de comprensión de sí mismas y de su entorno. La educación superior es un servicio público que tiene una función social estratégica y que, por tanto, debe ser prestado con la mayor calidad posible.

Hoy día contamos con los recursos económicos disponibles pero carecemos de ideas, se trabaja para lo inmediato, mas no para una sostenibilidad permanente.

En conclusión hay que diseñar la Universidad que todos queremos, una institución para el siglo XXI, con una visión global, comprometida con la calidad académica de sus estudiantes.

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